Resumen: 5 puntos claves de “Desmitificando SNAP: Rompiendo las Barreras para Aumentar la Seguridad Alimentaria en la Comunidad Latina”

Chef Cesar Zapata

Como columna vertebral de la economía estadounidense, los latinos han mantenido las empresas en funcionamiento y a los estadounidenses alimentados en su calidad de empresarios y trabajadores esenciales durante el apogeo de la pandemia. Sin embargo, hoy en día los latinos siguen experimentando un impacto desproporcionado de la crisis, dejando muchas familias con niños luchando por poner comida en la mesa.

Para el exitoso chef y empresario Cesar Zapata, el hambre era una realidad durante su niñez. Su familia migró desde Colombia cuando era un niño y era muy complicado llegar al fin de mes.

“Mis padres tenían dos trabajos para asegurarse de que tuviéramos comida”, compartió. “Aún así sufríamos, levantándonos sin la posibilidad de desayunar”.

Cuando era niño y al igual que muchas familias hoy en día, Zapata dependía del Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP por sus siglas en inglés), un programa que le asegura un acceso equitativo a los alimentos a las familias que están pasando por momentos difíciles.  La historia de Cesar ejemplifica lo que es posible cuando todos los niños tienen los alimentos necesarios para prosperar.

Pero, debido a la desinformación y barreras culturales, lingüísticas y estructurales, los recursos como el SNAP no están llegando a muchas familias latinas que son elegibles.

No Kid Hungry y UnidosUS organizó un Foro Virtual, moderado por el chef Zapata, para anunciar su nueva asociación para aumentar la seguridad alimentaria en la comunidad Latina. La asociación consiste en una campaña de concientización de SNAP culturalmente sensible y el fortalecimiento del programa Comprando Rico y Sano de UnidosUS, una iniciativa dirigida por los profesionales de la salud de la comunidad para promover la inscripción en SNAP y la alimentación saludable.

A continuación los 5 puntos claves del evento:: 

También puede acceder a la grabación aquí.

1. A pesar de que los latinos han mantenido los negocios en funcionamiento y a los estadounidenses alimentados durante el apogeo de la pandemia,  estos continúan experimentando un impacto desproporcionado de la crisis, incluyendo la inseguridad alimenticia.

En 2020, más de 1 de cada 5 familias latinas con niños pasaron hambre, lo que representa un incremento del 28% desde 2019. La crisis continua impactando a los niños latinos en la actualidad, lo que puede tener graves consecuencias en su desarrollo.

“Cuando los niños no tienen los alimentos que necesitan, esto afecta fuertemente su educación y su habilidad de aprender, porque se están enfocando en su hambre y no son capaces de procesar información. Nosotros queremos asegurarnos de que los niños tengan un comienzo saludable”, dijo Mónica Gonzáles, directora de relaciones con el gobierno federal de No Kid hungry.  

2. El Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP) está disponible para ayudar a poner comida sobre la mesa para las familias durante tiempos complicados, pero no está alcanzando muchas personas que son elegibles.

Rita Carreón, vicepresidente de salud de UnidosUS, explicó que más de 4 millones de latinos elegibles no están participando en SNAP.

“Muchas de estas razones se debieron en gran medida a que no se sabía cómo navegar el sistema”, explicaba. “Pero también el sentimiento anti-inmigrante y las políticas anti-familiares de la última administración solo contribuyeron a la brecha de inscripción”.

3. Aunque SNAP no cubre la factura completa de la compra de mercado, levanta a las familias durante tiempos difíciles, ayudando a acabar con la pobreza y apoyando nuestra economía.

Gonzales enfatizó cómo SNAP ayuda a las familias durante tiempos dificiles. Lo llamó “nuestra primera línea de defensa cuando se trata de abordar el hambre durante tiempos económicamente complicados”.  En 2017, SNAP sacó a más de 900,000 niños de la pobreza, incluyendo a 600,000 niños latinos.

Aunque SNAP no cubre la factura completa de la compra de mercado para una familia, puede proveer la ayuda necesaria no solo para las familias sino para la economía en general. Cada $1 invertido en SNAP puede generar hasta $1.80 en la economía.

“No solo estamos pensando en las implicaciones económicas de esto, sino que también beneficia y fortalece el apoyo de las economías locales y estatales”, declaró Carreon.

4. Desinformación, barreras culturales, lingüísticas y estructurales, incluyendo el efecto paralizador de la ya derogada norma de la Carga Pública, siguen impidiendo que muchas familias latinas con dificultades accedan a programas vitales como SNAP. 

Ingrid Ekblad, directora del Desarrollo económico de Hispanic Unity of Florida, ha sido testigo de las barreras a las que se enfrentan las familias para acceder a SNAP en Broward County, FL. Las familias latinas de su comunidad casi han triplicado los índices de pobreza debido a la pandemia y muchas tienen miedo de utilizar los beneficios de los que disponen.

Una de las mayores barreras es el efecto paralizador de la ya derogada norma de la Carga Pública, una política de la administración Trump que restringía la inmigración basada en el uso de beneficios públicos. La política fue derogada por la administración de Biden, pero muchas familias no lo saben o tienen miedo de solicitar sus beneficios.

 “El miedo a la acusación pública ha afectado la población inmigrante aquí en Broward County. Todavía tienen miedo de lo que va a suceder con ellos si vienen a solicitar el servicio con nosotros”, explicó.

5. La asociación entre No Kid Hungry y UnidosUS tiene como objetivo romper las barreras para conectar a las familias latinas con SNAP con una campaña de concientización de SNAP culturalmente sensible y el fortalecimiento del programa Comprando Rico y Sano de UnidosUS.

El programa Comprando Rico y Sano es una iniciativa dirigida por los profesionales de la salud de la comunidad para promover la inscripción en SNAP y la alimentación saludable. El programa utiliza espacios informativos para que las familias aprendan sobre la elegibilidad de SNAP y los procesos de solicitud. La asociación va a fortalecer y promover esta iniciativa.

“Es fundamental que socios como UnidosUS que tienen tanta influencia en la comunidad sean capaces de proporcionar esta información a las personas comunes y corrientes, que sean capaces de trabajar con una red de socios que los ayude a entender y crear esa conciencia para que sepan que esta política ha cambiado”, adicionó Gonzales.  


Los panelistas hicieron un llamado de acción a todas las familias y miembros de la comunidad.

Para las familias, es muy importante que sepan que solicitar el servicio de SNAP no tendrá consecuencias inmigratorias para el solicitante ni para ningún miembro de su familia. Las políticas que ponían a los inmigrantes en riesgo si utilizaban programas específicos de salud, nutrición o vivienda han terminado. La elegibilidad se basa primordialmente en ingresos, recursos y el tamaño del hogar. Si tiene hijos, trabaja en un empleo de bajo salario, o tiene alguna discapacidad, puede llegar a ser elegible para inscribirse en SNAP. Para más información llame al 1-800-221-5681.

Para los medios de comunicación y los socios de la comunidad, descargue el kit de herramientas bilingüe, comparta y ayúdenos a llegar a más familias.